Si hablamos de la gastronomía chilena deberíamos hablar del vino, del pastel de choclo, las empanadas de pino, las chorrillanas, los completos… Con sus miles de kilómetros de costa, los productos del mar son protagonistas pero también los asados o los numerosos sandwiches con nombre propio.
En la gastronomía chilena puede apreciarse la herencia española, alemana o incluso inglesa por la costumbre del té… Costumbres que han permanecido a lo largo del tiempo y que dan a la gastronomía chilena una personalidad propia. En este post os queremos hablar sobre las cosas que nos parecieron más curiosas y que descubrimos durante el tiempo que vivimos allí.
Las once
Pasar tiempo alrededor de la mesa es importante en la cultura chilena. Las sobremesas y las meriendas en compañía son casi obligatorias. En este contexto aparece la tradición chilena que nos resultó más curiosa. Tomar las once es lo mismo que tomar el té de las 5 pero con un nombre que lleva a la confusión… Pedir «onces» a las once parecería lógico, pero no en Chile. Se dice que lo de «las onces» era un código secreto que usaban los hombres para salir a beber «aguardiente» que es una palabra contiene 11 letras. Sea cierta esta teoría o no, no deja de ser curioso que las once no sean a las 11h.
El mejor acompañamiento, el pebre
No hay comida chilena que no se acompañe con pebre. Ess lo primero que te sacan cuando llegas a un restaurante o a una comida casera, y está delicioso. El pebre no es una salsa como tal… sería más una picada de tomate, cebolla, ají, cilantro, aceite y limón. Se sirve en «pebreras», unos pequeños cuencos hechos de greda (cerámica) originarios de Pomaire.
El mote con huesillos
Me atrevería a decir que es la bebida más curiosa que he probado nunca. Es un jugo de caramelo muy dulce con trigo mote y melocotones deshidratados. Se bebe muy frío y refresca al instante! Nosotros lo probamos en la falda del cerro San Cristóbal. Había un señor con un carrito que estaba vendiéndolo. Habíamos oído hablar de esta bebida pero ni «mote» ni, por supuesto, «huesillo» nos daba pistas de lo que podía ser. Tengo que decir que nos gustó aunque no llegamos a entender muy bien esa mezcla tan rara.
Sopaipillas
Las sopaipillas son una masa frita de calabaza, o zapallo, como le dicen allí. Se suelen tomar acompañadas de pebre pero también hay una versión dulce que se llama sopaipilla pasada que está bañada en una salsa hecha con chancaca (azúcar y melaza).
Descubrimos las sopaipillas a los pocos días de estar en Santiago. Fue el día que nos decidimos a probar esa cosa redonda que vendían en un montón de carritos que íbamos encontrándonos por la calle. Primeramente, nos quedamos sorprendidos por su bajo precio, $200 pesos chilenos!! (unos 25 céntimos de euro) Y resultó que nos gustaron tanto que se convirtieron en un vicio que nos permitíamos muchos días cuando salíamos del trabajo.
Marraquetas
La marraqueta se conoce como pan francés o pan batido dependiendo de en qué parte de Chile te encuentres. Es un pan típico de Chile que se consume muchísimo para desayunar o en las once. Es muy común comerlo con palta (aguacate), queso o manjar. Tiene una forma muy peculiar ya que son como dos bollos de pan unidos. Es imposible pasar por Chile y no probar la marraqueta!